ADOPTA UN MAYOR

SALVEMOS A NUESTROS MAYORES

La iniciativa...

Adopta un mayor. Un movimiento en el que uniremos a voluntarios con personas mayores que nos necesitan, mayores que necesitan volver cuanto antes a la normalidad tras la DANA. Cada voluntario podrá adoptar a un mayor, el cual se responsabilizará y se encargará de que llegue todo lo necesario de principio a fin. ¿En que nos puedes ayudar?

  • Si conoces a una persona mayor que necesite ayuda, puedes inscribirla.
  • Adoptando a un mayor y ayudarlo a comprar de forma directa todo aquello que necesite.
  • Difundiendo esta campaña a todas las personas que conozcas.

NUESTROS MAYORES

MariÁngeles

Mariángeles tiene 60 años y está intentando salir adelante después de la riada. La tarde del 29 fue a intentar poner a salvo su coche y le fue muy difícil regresar a casa entre la corriente de agua que empezaba a subir. Ella vive en la parte de Albal que sí fue afectada y fue muy angustioso ver cómo los coches pasaban flotando a la altura de su ventana.

Vicenta y Vicente

Vicenta de 87 años y Vicente de 91, estaban en su piso de la planta baja cuando el agua irrumpió en su casa. Los ayudaron a subir al segundo piso por las escaleras del patio y estuvieron refugiados hasta que la UME los llevó en brazos hasta el coche de su hija que vino a buscarlos desde Sagunto pero no podía llegar hasta ellos.

Encarna

Encarna es una abuela encantadora de 82 años con un gran sentido del humor y un corazón enorme que dedicó toda su vida a ayudar a quien lo necesitaba. La riada la encontró leyendo un libro en su casa de Aldaia. Vivía en un bajo debido a su movilidad reducida, pidió ayuda a su vecino para cruzar la calle y llegar al portal de otra finca para ponerse a salvo. 

María y José

María y José son un matrimonio de 81 años. Nacidos en Paiporta y Alfafar respectivamente, mantenían una vida tranquila rodeados de su familia. La fatídica noche en que la DANA cambió sus vidas, José estaba ingresado en el hospital, y María y su hijo Carlos volvían en el coche a Paiporta cuando encontraron el agua de frente. Tuvieron que esquivar la muerte en varias ocasiones esquivando con el coche el agua que se les venía encima, pero finalmente consiguieron ponerse a salvo.

Salvador

Salvador de 79 años de edad es viudo desde hace dos años. Padre de dos hijos y abuelo de 4 preciosos nietos, se le saltan las lágrimas todavía cuando recuerda a su mujer. La vida es muy dura, y cuando Salvador creía que iba remontando levemente la pérdida de su esposa, con su baile, su familia y sobre todo con sus nietos, le toca vivir una fatídica tragedia más. 

Catalina

En este caso nuestra Catalina, de 84 años, enferma de Parkinson y asmática, vivió toda la tragedia dentro de su casa hasta que pudo salir y refugiarse en casa de unos vecinos. Aguantó estoicamente agarrada a una cama y con los pies en la pared hasta que la fuerza del agua disminuyó y le permitió acercarse a la puerta y salir mientras sus vecinos le gritaban preocupados.

Concepción y José

José está enfermo, ha sufrido infartos, edema pulmonar, hipertensión y diabetes. No puede trabajar pero aún no le han dado la discapacidad. Concepción también está enferma de los huesos. No tienen prácticamente ningún ingreso. Las hijas se están haciendo cargo de todo, pero tienen muy bajos ingresos.

Dora y Pepe

Dora y Pepe son un matrimonio de jubilados de 69 y 72 años respectivamente, que el pasado 29 de octubre se quedaron sin su hogar, el cual habían reformado hace 30 años, invirtiendo en esa casa todos sus ahorros. Ellos viven a 10 metros del barranco del Poyo en Paiporta en una calle peatonal.

Andrés y Ana

Andrés y Ana son un matrimonio de 76 y 75 años respectivamente. Ahora su casa está destrozada. Paredes húmedas, azulejos rotos, paredes caídas. La tristeza acampa a sus anchas por esas estancias vacías. Dónde antes vivían con su hija, su yerno y sus dos nietos, ahora sólo queda eco, y cada uno de ellos se aloja dónde han podido darles cobijo, sin poder disfrutar de la rutina diaria juntos.

Cari

La historia de Cari es de esas historias que no puede caer en el olvido entre toda esta tragedia. Durante la riada perdió a su marido Jesus y por poco pierde su vida también. Cari pasó una semana hospitalizada por la cantidad de fango que había tragado. Ahora, ya recuperada, pasea por las estancias vacías de su casa, mientras nos cuenta su historia de vida con su marido, al que añora más que nunca.

Paquita

Paquita es una anciana adorable de 92 años. Como muchas de sus vecinas del pueblo de Alfafar, su casa ha sido destruida a causa de la riada. Ahora, en su casa, solo quedan paredes y ventanas que, gracias a buenas personas, se han podido limpiar y solo queda secar y pintar.

Rafa y Feli

Cuando llegamos, encontramos a Feli con sus guantes quitando el barro que aún queda incrustado en las guías de la ventana. Nos contaron su historia, ellos también perdieron todo lo que tenían. Pudieron salir a tiempo por la puerta principal ya que las ventanas tienen rejas y hubiese sido imposible escapar por otro sitio.

EMPRESAS SOLIDARIAS COLABORADORAS: