La fatídica tarde de la Dana, Paco se encontraba en su casa en Paiporta viendo tranquilamente la televisión, cuando de repente gritos en la calle le alertaron que se había desbordado el barranco. Como no logró entrar en el patio de escalera del edificio al cual pertenece su vivienda en el bajo, se acercó hasta la esquina, donde se refugió junto con la mujer de aquel bajo sobre el techo del coche dentro de la cochera; Paco recuerda emocionado que gracias a una nevera que se quedó atravesada en la puerta, el agua no consiguió arrastrar el coche hacia fuera y se salvaron de milagro. 

Cuando volvió a su vivienda, pudo comprobar como el 1m80 de agua había arrasado su vivienda, sus muebles, sus pertenencias. Se salvó la foto de la familia desde la que miran a la vivienda destrozada su padre, originario de Russafa, su madre, originaria de Albaida, Paco y sus dos hermanos. Al ser soltero Paco acogió en su casa a sus padres al final de sus vidas para cuidarlos.  

13 días después de la tragedia, en medio del barro,  sopló la tarta que le trajo un grupo de voluntariado y miembros del Ejército del Aire al saber que el 11/11 Paco cumplía 70 años. A pesar de haber vivido esta desgracia, se ilumina la cara de Paco al recordar cómo le cantaron el cumpleaños feliz, junto a vecinos desde los balcones y la noticia salió en prensa. 

Fue acogido en casa de su hermano hasta poder volver a vivir en la suya al cabo de 2 meses. 

Paco ahora mismo vive en su vivienda equipada con muebles y electrodomésticos gracias a donativos que le han ido llegando desde todos los rincones de España. Pero cada trozo desconchado de pared le recuerda todavía lo vivido; a Paco le hace falta ayuda para reparar, lucir y pintar las paredes para borrar, ya que es imposible borrar las secuelas emocionales, por lo menos las físicas.  

Nos ayudas a conseguirlo? Puedes ayudar con tu donativo a comprar el material necesario y/o si eres albañil y/o pintor puedes ayudar a Paco a recuperar sus paredes.